quarta-feira, 31 de dezembro de 2014

2014 - castellano

Faltaba muy poco para que 2014 rompiera el horizonte de nuestros días, cuando “oí”: “No olvidarás este año” Y, desde acá estoy para ratificar dicha verdad.

Quiero darles las gracias a todos (de todos los “mundos”) por absolutamente todo. No puedo negar que 2014 se ha tatuado en mi alma.

Para mí, si el tiempo siempre fue un misterio, sentí en mi piel la ardua tarea de lidiar con él. Tiempos que terminaron, tiempos que comenzaron, tiempo, tiempo, tiempo.

¡Cuántas decisiones difíciles! ¡Cuántas elecciones! ¡ Cuántos caminos! Eso, sin contar el esfuerzo interno de los descubrimientos y redescubrimientos. Los encuentros conmigo mismo, el rehacer de las relaciones con todo y con todos. Es decir, ¡cumplí tareas!

Es cierto que uno no está hecho de sólo un año. Somos la suma de todos los caminos recorridos que, paulatinamente, se van moldando. Vi, viví y aprendí que somos como el agua que bendice la tierra, refresca el calor y hace nacer la flor. Vamos, en el curso del río de nosotros mismos, eligiendo direcciones, rebasando los obstáculos, represándolo cuando no hay otra solución y buscando diferentes vías para seguir el caudal de la vida.


A los que permanecieron conmigo, gracias. Estos son los verdaderos companeros-héroes de mi saga. A los que se han incorporado a mi buen-combate, gracias por el permiso de conmigo seguir lo que hoy estoy viviendo.
2014 ya se va, y va en paz. En la conciencia, traigo la tranquilidad de quien lo ha vivido bien. Afirmo y confirmo: este año ha sido, es y será para no olvidarse.

¿Qué nos espera 2015? ¡Bueno, bueno, bueno! Eso ya será otra historia.

domingo, 28 de dezembro de 2014

2014

Faltando muito pouco para que 2014 rompesse o horizonte de nossos dias, “ouvi”: “Este ano é para não ser esquecido!” E cá eu estou para ratificar tal verdade.

Quero agradecer a todos (de todos os lados dos “mundos”) por tudo. Não há como negar que 2014 ficou tatuado em minha alma.

Para mim, se o tempo sempre foi um mistério, experimentei na pele a tarefa de lidar com ele. Tempos findados, tempos iniciados, tempo, tempo, tempo.

Quantas difíceis decisões! Quantas escolhas! Quantos caminhos! Sem contar o esforço interno das descobertas e redescobertas. Os encontros comigo mesmo, o refazer de outras tantas relações com tudo e com todos. Enfim, cumpri tarefas!

Ninguém é só um ano. Somos o somatório de toda uma jornada que, paulatinamente, vai se moldando. Vi, vivi e aprendi que somos como a água que abençoa a terra, refrigera o calor e faz brotar a flor. Vamos, no curso do rio de nós mesmos, tomando direções, desviando de obstáculos, represando quando não há outra solução e buscando diferentes vias para seguir o caudal da vida.

Aos que permaneceram comigo, obrigado. São os verdadeiros companheiros-heróis da minha saga. Aos que se incorporaram no meu bom-combate, obrigado pela confiança de me permitirem ombrear com vocês.

2014 parte em paz e, na consciência tranquila de quem o viveu, afirmo e confirmo: este ano foi, é e será para não se esquecer.


O que nos espera 2015? Bom, isso é uma outra história!